Lábrys es una revista digital que recibe material diverso en el ámbito literario y artístico visual, sin censura ni cortapisas a la creación literaria y artística de sus participantes, tomando como único criterio de selección la calidad del material enviado.
Reconoce el arte como una forma de expresión única e irrepetible que surge desde lo más recóndito del ser, lo que permite al autor desnudar su alma y encontrar al mismo tiempo una posible respuesta a dos de las más grandes incógnitas del ser humano: De dónde venimos y hacia dónde vamos.
El término griego Lábrys o Hacha de Doble Filo, está íntimamente ligado a la palabra Laberinto.
Para Borges, el laberinto es el mundo y el universo, y esto es infinito. Todo laberinto implica una búsqueda y el alto grado de la búsqueda determina la complejidad del laberinto. Así, la doble hacha, con su misteriosa ambigüedad, nos incita a lanzarnos hacia esta singular aventura, que no es otra cosa sino la búsqueda de nuestro propio yo a través de la exploración del arte en sus diversas formas.
El Laberinto o Lábrys, se convierte entonces en el símbolo de nuestras vidas, la incógnita del destino, los múltiples caminos, los laberintos de la mente humana, los laberintos de nuestra existencia profunda. Nuestro propio santuario, el rincón donde convergen nuestros sueños y esperanzas. Un laberinto intrínseco de emociones e ideales en dónde todo puede ocurrir.
Reconoce el arte como una forma de expresión única e irrepetible que surge desde lo más recóndito del ser, lo que permite al autor desnudar su alma y encontrar al mismo tiempo una posible respuesta a dos de las más grandes incógnitas del ser humano: De dónde venimos y hacia dónde vamos.
El término griego Lábrys o Hacha de Doble Filo, está íntimamente ligado a la palabra Laberinto.
Para Borges, el laberinto es el mundo y el universo, y esto es infinito. Todo laberinto implica una búsqueda y el alto grado de la búsqueda determina la complejidad del laberinto. Así, la doble hacha, con su misteriosa ambigüedad, nos incita a lanzarnos hacia esta singular aventura, que no es otra cosa sino la búsqueda de nuestro propio yo a través de la exploración del arte en sus diversas formas.
El Laberinto o Lábrys, se convierte entonces en el símbolo de nuestras vidas, la incógnita del destino, los múltiples caminos, los laberintos de la mente humana, los laberintos de nuestra existencia profunda. Nuestro propio santuario, el rincón donde convergen nuestros sueños y esperanzas. Un laberinto intrínseco de emociones e ideales en dónde todo puede ocurrir.
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